Cómo ser exitoso gracias a la constancia en el trabajo

Cómo ser exitoso gracias a la constancia en el trabajo
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Cómo ser exitoso gracias a la constancia en el trabajo

 

En muchas ocasiones nos preguntamos ¿qué puede llegar a diferenciar a las personas famosas y exitosas de los que no lo son? ¿Es una habilidad natural? ¿Es el acceso a oportunidades o recursos? ¿O, es pura suerte?, quizás algunos de estos tres cuestionamientos pueden llegar a estar presentes y validar tu inquietud, pero lo cierto es que de nada sirve que la genética, el entorno o la suerte estén a tu favor, si en tu vida no colocas en práctica el ser constante y perseverante a partir de objetivos planteados día tras día.

Pero no te preocupes, la buena noticia es que esa consistencia y perseverancia es algo que podemos controlar. Para empezar, de acuerdo con un estudio de la Universidad Michigan, anotómicamente tu cerebro está diseñado para ayudarte a sobrevivir, pues a él le gusta la regularidad y la predictibilidad, caso contrario con la incertidumbre, para el cerebro esta sensación es una alerta de peligro que activa el modo de “alerta o huida”, así que para ayudarlo se necesita encontrar formas de reducir la incertidumbre y que la consistencia esté presente en las acciones. Ahora, a pesar de este gusto por la consistencia ¿por qué es tan difícil ser constante al seguir un cronograma, salir a correr cada mañana o ir a trabajar todos los días? Bueno, la respuesta es aún más curiosa, radica en un extraño capricho neurológico, eso se debe a que al cerebro también le gustan las cosas nuevas y fáciles, pues cuando experimenta eventos de este tipo se inunda de dopamina, lo cual hace sentir bien a la persona y la anima a explorar este nuevo entorno en busca de una recompensa.

Esta búsqueda de recompensa generalmente impulsa a las personas a fijar objetivos, sin embargo, cuando se ponen en práctica las conductas o acciones que llevarán al cumplimiento de ese objetivo, empieza a cobrar más importancia el esfuerzo que la recompensa, llevando a la persona a desistir o aplazar esa meta.

Básicamente, se puede decir que el cerebro se siente cómodo con lo predecible, pero también le gusta disfrutar de las cosas nuevas y gratificantes, es decir, es un ´loco´ neurológico que contradice las conductas necesarias para ser productivo.

Recuerdas qué al principio te mencioné que podíamos controlarlo, pues vamos a ver qué podemos hacer para superar estos deseos contrarios.

  1. No ser tan específico con los objetivos planteados: cuando sucede esto el cerebro debe tomar constantemente muchas decisiones y para cuando las encuentres ya estarás cansado y pondrás tu concentración y esfuerzo en alguna otra actividad.

La solución: Crea un plan de acción en dónde la especificidad sea lo que dirija tu accionar, indicándole al cerebro día, hora y lugar para poner en práctica la conducta deseas.

  1. Dejas obstáculos en el camino: El cerebro está para ayudarte a sobrevivir, lo que significa que entre menos energía se utilice para cumplir la acción planeada muchísimo mejor, por ejemplo, si quieres cumplir con el envío de un informe, la mejor opción es que dejes toda la información que necesitas en un solo lugar, evitando tener que utilizar tiempo para buscarla.

La solución: Elimina los obstáculos que más puedas, siempre que sea posible, es decir, prepara tu entorno y automatiza todo lo que más puedas.

  1. Estás demasiado concentrado en el resultado: Los resultados son importantes, sin embargo, no disfrutar del proceso que conlleva llegar a esa meta provocará que tu cerebro no obtenga la recompensa inmediata que anhela, por ejemplo, si quieres ascender a nuevo cargo, obtener el aval de un proyecto, entre otros.

La solución: Replantea tus objetivos de resultados por unos de aprendizaje, estos se concentran en las habilidades que puedes obtener sobre la marcha, aún a pesar de no llegar a conseguir el resultado esperado. Estos objetivos generarán en tu cerebro esa descarga de dopamina y te ayudará a concentrarte en lo que puedes controlar.

  1. La fuerza de voluntad es un recurso limitado: Esta se relaciona con tus emociones y estado de ánimo, por lo que algunos días te ayuda a tomar buena decisiones y en otros las equivocadas.

La solución: Recuérdate que la fuerza de voluntad no es necesaria para ser constante, pues muchas veces se vuelven excusas utilizadas como atajos para no enfrentar los cambios.

 

Teniendo en cuenta todo lo anterior, es clave destacar que a pesar de tus genes, educación o suerte, la consistencia gana por sobre todas las cosas. Así que, mantén la calma y la constancia, y date la oportunidad de disfrutar cada paso que elijas al momento de cumplir tu plan de acción. Recuerda, la constancia es un puente entre el deseo y la realización, si lo sabes controlar seguramente tendrás éxito en cada una de tu metas.

 

Fuentes:

* https://blog.trello.com/es/constancia-en-el-trabajo

 

 


 

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