Salud emocional en la familia: juntos podemos prevenir la violencia intrafamiliar

Salud emocional en la familia: juntos podemos prevenir la violencia intrafamiliar
Comunidad bloguera

Salud emocional en la familia: juntos podemos prevenir la violencia intrafamiliar

El tema de la violencia intrafamiliar o más conocida como violencia doméstica es una situación que cada día sigue dando de que hablar. Año tras año, la sociedad lamenta las cifras que van en aumento con respecto al maltrato físico y psicológico que se presenta en las familias.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo -BID, en París, por ejemplo, en las últimas semanas la intervención policial en casos de violencia doméstica ha subido un 36%. México ha registrado un aumento del 60% en las llamadas de violencia de género. Y en Colombia la línea 155, que sirve para orientar y asesorar a mujeres víctimas de violencia, recibió un 91% más de llamadas que hace un año.

En esta oportunidad, de la mano de nuestra Jefe del Programa de Psicología, Diana Cardozo, quien es Psicóloga y Magister en Psicología Clínica y de la Familia, hemos querido aportar una guía básica con el fin de brindar herramientas a las familias para la sana convivencia y aportar en la disminución del riesgo en el aumento de violencia intrafamiliar.

Para iniciar, es importante reconocer e identificar qué significa el término “violencia”, según la Organización Mundial de la Salud – OMS, la violencia ha sido categorizada como el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia, o es muy probable que tenga como consecuencia, un traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte.

“La violencia intrafamiliar no se debería pensar solo en términos de pareja, sino entre quienes hacen parte del núcleo familiar”, menciona nuestra Jefe del Programa de Psicología, quien determina, de acuerdo con su experticia, que existen cinco factores que pueden llegar a desencadenar actos de violencia en nuestro hogar, los cuales son:

  • La descalificación de algún miembro de la familia, es decir que yo me oponga a lo que el otro considera que está haciendo bien.
  • El no reconocimiento de la emocionalidad del otro, muchas veces desconocemos las emociones que están sintiendo nuestros familiares.
  • Los altos niveles de estrés en la familia debido al contexto en el que se está conviviendo.
  • Cuando los vínculos no están lo suficientemente fortalecidos, no existe una buena comunicación asertiva, no se tiene como base fundamental en la familia los valores y educación y no hay normas y límites claros que permitan la mediación desde una postura familiar.
  • Cuando consideramos que nuestro punto de vista es el único con valor.

Es en la presencia de estos desencadenantes que podemos llegar a evidenciar una pauta de violencia en nuestra familias, pero entonces nos preguntamos ¿si se supone que son las personas que más amamos, por qué optamos por lastimarlos?, para Diana la respuesta a esta pregunta es porque no tenemos límites claros, es decir, no sabemos determinar hasta dónde podemos llegar, no tenemos una normas familiares claras de las cuales podamos partir, por ejemplo: si tu hijo no sabe que debe respetar al papá, es ahí donde empiezan a surgir discusiones parentofiliales, si tu hijo no ha incorporado la norma y no ve a sus padres como figura de autoridad, allí pueden desarrollarse actos de violencia. Por lo tanto, la violencia es susceptible de surgir en cualquier contexto donde haya relaciones.

Desde el 2020 que inició la etapa de confinamiento y nuestras rutinas tomaron otros ritmos, hemos podido ver un aumento significativo en la violencia intrafamiliar, para Diana,  estos actos se han vuelto más visibles porque las relaciones familiares han tomado otro rumbo, antes el estar en otros espacios diferentes a tu hogar durante todo el día nos hacía no poder distinguir entre la labores del trabajo y los deberes de la casa, llevando a que las personas no sepan como asumir este nuevo ritmo de vida. Es decir, no sabemos distinguir nuestros límites, lo cual aumenta nuestros niveles de estrés, propiciando un claro ambiente en que el puedan generarse actos de violencia. Pero entonces, ¿ante qué signos de alarma puedo identificar si en mi hogar se está evidenciado un posible acto de violencia intrafamiliar? De acuerdo con Diana, los signos que puede presentarse son:

  • Estados constantes de irritabilidad y agresividad.
  • Tendencias a acciones destructivas, ya sean verbales o físicas dirigidas a quienes te rodean.
  • Reaccionar de manera inadecuada frente a situaciones.
  • Adoptar una postura defensiva constantemente.
  • Optar por un constante enfrentamiento frente a situaciones reales o imaginarias.
  • Presentar agitación psicomotora.

Estos signos pueden surgir antes de un episodio de violencia física o psicología que pueda llegar a desencadenar una situación lamentable.

“Todos podemos estar propensos a desencadenar violencia, sino la sabemos manejar”, asegura Diana Cardozo, jefe del programa de Psicología de Unitec.

Culturalmente estamos inmersos en una sociedad que ha crecido justificando los actos de violencia en la familia como algo que es “normal” y que necesariamente debe pasar en cualquier entorno familiar, sin embargo, con el pasar del tiempo, estas mismas creencias culturales han ido cambiando y forjándose de acuerdo a las experiencias de las generaciones más actuales, llevando a que todos los cambios sociales, políticos e históricos visibilicen estas pautas de violencia y puedan ser atendidas a través de diversos mecanismos. Rompiendo un poco el mito de que la violencia siempre es contra la mujer, pues nos hemos dado cuenta que la violencia trasciende de la mujer y que se ve en otras personas como por ejemplo en hombres, niños o personas de la tercera edad, menciona Diana.

Este es un fenómeno social que cada vez es más visible porque ya no es un tabú, hoy en día es válido saber que existen rutas de atención integral para hacer visibles estos temas y tratarlos de manera oportuna.

Según la docente Uniteísta, existen tres acciones principales para prevenir actos de violencia en nuestro hogar:

  • Posibilitar un entorno en que la comunicación sea asertiva, esto se logra sobre todo cuando respetamos el punto de vista del otro, la manera en la que las personas conciben las diferentes circunstancias.
  • La configuración de normas claras dentro de la familia, normas que permitan orientar el accionar de cada persona de la familia, ejemplo, “la hora del almuerzo es para compartir en familia, en esta casa no se aceptan malos tratos o en esta casa todos aportamos a la solución del problema”.
  • Que dentro de la familia estén visibles valores como el respeto y la tolerancia con el propósito que la primera herramienta para la solución de problemas sea la mediación.

Para Diana, estas situaciones de violencia se deben trabajar de forma familiar pues significa que si hay violencia en el hogar es porque a nivel general algo no está bien en este contexto. En este sentido la invitación es trabajar la situación de conflicto de manera relacional, en dónde estén involucrados todos los miembros de la familia, teniendo en cuenta que nosotros como seres humanos somos participes de lo que ocurre a nuestro alrededor. Enfocado en la construcción de normas y limites en la familia, en el fortalecimiento de los vínculos, en la desmitificación de creencias que puedan llevar a que surja la violencia en el contexto y frente al cuidado de uno mismo.

Finalmente, los mecanismos que a nivel social y distrital se pueden utilizar como medio para ayudar a quienes padecen este tipo de situaciones son:

  • Línea 106 de la Secretaría de Salud de Bogotá, la cual busca prevenir y canalizar las diferentes formas de violencia ya sea física, sexual, psicológica, negligencia, intimidación escolar, explotación sexual o acoso informático en redes sociales. Esta línea es atendida 24/7 por profesionales de la salud en psicología.
  • La Línea Púrpura, estrategia liderada por la Secretaria de la Mujer.
  • Estrategia Háblalo, la cual es desarrollada en conjunto con la Fundación Santa Fe y que a través de su página web www.hablalo.com.co permite encontrar líneas telefónicas, chats en vivo, servicios de orientación a jóvenes favoreciendo la ruta de atención en salud mental en cuanto a seguimientos de violencia intrafamiliar y violencia sexual.
  • La línea 155, establecida para brindar información y atención a las mujeres con el fin de prevenir y minimizar la violencia de género en Colombia, a través de esta línea se pueden realizar las denuncias en caso de ser necesario.

Adicionalmente, a través de los siguientes medios se pueden hacer denuncias:

  • Fiscalía General de la Nación.
  • Comisarías de familia.
  • Línea 141 de protección a niños, niñas y adolescentes.
  • Sistema Nacional de Denuncia Virtual.

 

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