Ser Diseñador En Tiempos De Cólera

Ser Diseñador En Tiempos De Cólera
Comunidad bloguera
Imagen tomada de: https://historiatelefonia.files.wordpress.com/2015/07/r-05095_1.jpg Consultada el 05/10/2021

Ser diseñador no es una decisión cualquiera. Es una decisión que con frecuencia enfrenta a las personas con sus familias, que requiere explicaciones y argumentos. Pareciera ser que el rol profesional del diseñador no es tan asible como el de un médico o el de un abogado; no obstante, los cambios sociales y culturales que enfrenta nuestra sociedad impulsados por la comunicación cotidiana mediada por la tecnología y recientemente por la pandemia, han hecho que el rol del diseñador sea más visible, reconocido y “reclamado” por diferentes sectores económicos que encuentran en este profesional, una especie de traductor ante el mundo.

Este rol del diseñador se podría comprender como el trabajo de las teleoperadoras de las primeras décadas del siglo XX, quienes se dedicaban a establecer conexiones para posibilitar la comunicación entre dos personas. Así, el diseñador tiene la inigualable capacidad de posibilitar diálogos en sociedad a partir del desarrollo de mecanismos de conexión. Las teleoperadoras debían conocer muy bien el tablero de conmutadores para realizar la conexión correcta, al igual que el diseñador debe conocer tanto a su cliente como a su público objetivo; sin embargo, a diferencia de las teleoperadoras cuya única intervención es realizar una conexión para lo cual no necesitan dominar el lenguaje de quienes se intentan comunicar, y no intervienen en su diálogo, ser diseñador implica contar con un conocimiento amplio de la cultura, dominar lenguajes comunes al arte y las humanidades; entre mayores lenguajes y conocimientos desarrolle un diseñador, mayores capacidades tendrá de establecer diálogos comunes y efectivos en sociedad.

Ser diseñador no es un trabajo cualquiera, es el profesional que hace posible el ejercicio de comunicación que es innato al ser humano, pero a una escala social. Por esta razón, en tiempos de cólera, de pandemia o en años de infortunio como diría Gabriel García Márquez, ser diseñador cobra una importante relevancia social ya que el diseño no ocurre cuando se desarrolla una idea a través de un software, el diseño ocurre en esencia como acto creativo desde el pensamiento, y cuenta con el poder de construir o destruir el tejido social, de crear y transformar realidades, de dar voz a los que no tienen voz, de visibilizar a los históricamente invisibilizados, el diseño es creación pero también es acción, el diseño no es accesorio de la sociedad, es el puente a través del cual ocurre el intercambio humano.

Autor:
Anguley Isaza- Docente del programa de Diseño Gráfico de Unitec

 

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